Interiorismo: slow design en su máxima potencia

El movimiento slow design no es algo nuevo. De hecho se trata de un movimiento derivado del slow food, nacido en Italia y que busca el disfrute de los alimentos tradicionales y productos regionales como razón de ser. Esa tendencia se fue aplicando a otros ámbitos hasta llegar al interiorismo.

Pero, ¿qué significa el movimiento slow o filosofía slow? Se trata de tener el control del tiempo y no someterse a la tiranía del mismo. Hacer las cosas más despacio y con visión de futuro es lo que destaca este movimiento tanto en diseño de interiores como en la vida en general. La lentitud como parada para deleitarse, saborear, sentir, disfrutar y apreciar emociones.

Características de la decoración slow design

El diseño slow propone un diseño para las personas y luego para la venta. Busca la satisfacción del individuo por encima de los requerimientos y deseos del mercado, haciendo especial énfasis en la artesanía, la tradición, las raíces y los beneficios físicos, culturales, emocionales, mentales y sociales hasta lograr el bienestar.

En la construcción y decoración, el movimiento interiorista quiere regenerar el medio ambiente con el uso de energías renovables, menos materiales y el reciclaje para construir un futuro más sólido y emocionante.

Algunas características de este movimiento son:

– Sostenible: el entorno como parte importante para no dañar. Esta tendencia tiene en cuenta posibles daños para evitarlos desde su nacimiento.

– Elegancia: el movimiento no está en conflicto con la elegancia, buscando soluciones simples y directas hasta lograr los resultados que se esperan.

– Adaptación: fácilmente adaptable a cualquier situación, sin importar el tiempo y el estilo.

– Durable: los estilos que presenta el movimiento se mantienen en el tiempo y reducen la necesidad de cambiar constantemente.

– Eficiencia: se minimiza la pérdida de recursos a la hora de la construcción o decoración, además de mano de obra y pérdidas de tiempo.

Tanto para muebles como para proyectos de interiorismo

La decoración slow design es perfecta tanto para el mobiliario como para los proyectos de interiorismo, se enfoca en comprar lento, tomándose el tiempo para hacerlo, ya que ese tiempo es directamente proporcional con el que durará dentro de una vivienda. No se trata únicamente de comprar un mueble, sino de hacerlo con conciencia: quién lo fabricó, con qué piezas, la manera de elaboración, etc.

A la hora del diseño de interiores, la tendencia es similar; no tiene prisa por llenar espacios, sino por tener piezas con valor tanto sentimental como monetario que vivan en nuestro hogar durante mucho tiempo y sean únicas.

Por decirlo de otra manera, se habla de un estilo minimalista en la base, ya que no recarga espacios, aprovecha el orden y sigue otras líneas que esta línea decorativa marca: paredes y techos blancos, ventanas amplias al igual que los espacios sin obstáculos y, por supuesto, la iluminación natural en su apogeo.

La interacción entre los habitantes, la falta de tabiques y frenos visuales, además de una decoración personalizada son elementos fundamentales para que la filosofía explote la conexión de cada uno con la vida porque de eso se trata, de una forma de vida para regresar a los orígenes, vivir con lentitud, alejados la actividad frenética de cada jornada. Y para ello, nada mejor que vivir con armonía y estilo.

En interiorismo, cada vez tiene más adeptos el slow design, una tendencia que se ha colado por las ventanas del día a día y se ha abrazado a los muebles y a los ambientes cargados de tranquilidad, sosiego, raíces, orígenes y manos artesanas. El movimiento o filosofía sigue profundizando en nuestros sentimientos y tradiciones y avisa que lo hará durante mucho tiempo más.

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